¿Qué mejor que arrimar el hombro para concienciarse de algo? "Seguro que quien participa y tiene que recoger latas en pleno campo se lo pensará a la hora de tirarlas". Eso es lo que pensó la fundación Rapala que está formada por profesionales y defensores de la naturaleza, pero también desde esta semana 200 escolares del Valle y el grupo de voluntarios de ayer que han recogido hasta televisores y hornos abandonados en la ribera del río. Pero también móviles, cortinas, ruedas y latas de aceite de los coches aunque sobre todo restos de domingueros incluso en bolsas convenientemente cerradas y ocultas por una piedra. "Estamos indignados porque total no queda basura en las riberas" Lo dice un conocido abogado placentino, Miguel Cantero, metido a comprometido defensor del medioambiente por cuya mediación Rapala se tomó la molestia de venir al Valle del Jerte, cuyos vecinos están hartos de reclamar mayor limpieza en una zona, además, turística por excelencia.

Pero entre los voluntarios había pocos adultos más y, destacable por único, el alcalde de Casas del Castañar, Pedro Vega, con su hija. Ahora sólo cabe esperar que Rapala haya despertado conciencias.