Cinco contenedores de basura quemados a 200 euros cada uno, cuatro papeleras antivandálicas rotas a 580 la unidad, otra de las convencionales, de 150, y otros dos contenedores amarillos reventados, de 300 euros, es el balance de mobiliario público caído en acto de servicio estas navidades. Total, 4.070 euros en diez días, del 22 al 31. Pero éste es solo el recuento hecho por el servicio de Limpieza que no incluye los daños habidos en las farolas de La Isla, en señales de tráfico, en marquesinas de paradas del autobús o en cabinas de teléfono ni mucho menos en espejos retrovisores arrancados.

Un balance que el concejal de Seguridad Ciudadana, Blas Raimundo, considera asumible. "¿Qué son cinco papeleras rotas en una ciudad de 40.000 habitantes?", pregunta el edil, quien destacó, además, que "apenas hay partes ni denuncias por actos de vandalismo". Salvo el frustrado por la policía local a primera hora del domingo cuando sorprendió a tres jóvenes, mayores de edad, volcando los contenedores verdes de la esquina de la calle de los Quesos con San Martín y esparciendo la basura. Para éstos Raimundo anunció ayer que les impondrán la máxima multa que contemple la ordenanza contra el vandalismo como medida ejemplarizante.

Mientras, las asociaciones de vecinos consultadas lamentan que haya una sola papelera rota. "Todo acto de vandalismo es injustificable y yo, que recriminé a un chico que diera una patada a una farola, me llevé encima una mala contestación", dice un portavoz. La misma que se llevaron los policías locales el domingo, por lo que denunciaron a los tres jóvenes por resistencia.