El cierre de la calle Andrés de Plasencia (junto al Mercadona del Pilar) por la construcción de una glorieta, ha levantado las protestas de algunos vecinos y comerciantes porque, según indican, no se les ha avisado y les ha dejado aislados. La empresa encargada de la obra volvió a abrir ayer el acceso a peatones, pero el concejal delegado, Blas Raimundo, advirtió de que "habrá que volver a cerrarlo porque hay que levantar el acerado y no vamos a tener máquinas y la calle abierta".

Vecinos y comerciantes han protestado porque el corte suponía la supresión de aparcamientos y de paso, tanto a los vecinos, como a los clientes de los comercios y a las urgencias, lo que el edil ha negado porque "existen otras calles alternativas para acceder, hay que dar la vuelta, pero es una consecuencia de las obras".

También se han quejado de que no se les avisó del corte, a lo que Raimundo replicó que informó a la asociación vecinal y a los directamente afectados.

Sobre la eliminación de una zona infantil anexa, el concejal informó de que ya está en marcha otro área infantil en la cercana calle Monfragüe.