Paseos encharcados por la mala ubicación de los aspersores, farolas rotas, zonas con hojas sin recoger, peladas de césped o llenas de basura. Es el aspecto que presentan los dos parques de mayores dimensiones de la ciudad, La Isla y Los Cachones, de cuyo estado de abandono se han quejado los usuarios.

La lista de deficiencias la han dado algunos habituales a estos parques, alarmados por su estado actual. Un ejemplo claro es la ribera del río desde San Juan hasta La Isla, que han comenzado a limpiar los alumnos del taller de inserción Atalantar, de Cáritas, y donde se han encontrado con todo tipo de basuras.

"En un rato nos hemos encontrado hasta quince bragas", comentaba ayer una de sus alumnas en plena limpieza. Pero además, han tenido que recoger jeringuillas, maquinillas de afeitar y hasta una navaja, sin contar las innumerables litronas y latas de refresco. "Aquí hemos visto bolsas de basura porque la gente, en vez de tirarlas al contenedor, las tira aquí".

Por eso, el monitor del taller pedía ayer la colaboración ciudadana para mantener la zona limpia y después de que al mediodía de ayer hubieran reunido entre 60 y 70 bolsas de basura.

Pero este taller, que funciona gracias a un convenio entre Cáritas y el ayuntamiento, también ha actuado en el parque de Los Cachones, donde han desbrozado una parte de la maleza de la zona más cercana al río. Así, van a terminar con uno de los problemas de este parque, la alta maleza, pero los paseantes también han advertido de que "muchas de las farolas están rotas y aquí nadie las arregla y además, los paseos están hechos un asco, parecen barrizales y no hay quien ande por aquí".

Precisamente, la concejala de Obras, Mónica García, acaba de instalar un parque infantil con el propósito de mejorar el parque, pero ayer, el suelo estaba completamente encharcado, por lo que una madre decía: "No sé cómo van a jugar los niños si está todo lleno de agua".

Y así el resto del parque y pese a contar con aspersores automáticos, por lo que nadie los puede manipular para que se dirijan en otra dirección. "Están mal colocados y en vez de apuntar al césped, lo hacen hacia los caminos", decía un jubilado.