El asador de pollos de la puerta del Sol volvió ayer a abrir sus puertas después de que tuviera que cerrar en septiembre por orden municipal. Entonces, el equipo de gobierno decretó la clausura por los malos olores que desprendía y advirtió de que un depurador electrónico instalado había creado otro problema por el ruido que generaba.

Después de múltiples propuestas de solución presentadas por los propietarios y rechazadas por el ayuntamiento por no ajustarse a la normativa, la comisión de gobierno dio el lunes el visto bueno a la proposición de instalar un conducto de ventilación para gases acoplado en la fachada del edificio donde se ubica.

Los dueños no han perdido el tiempo y lo colocaron el martes a la altura que determina el Plan de Protección del Recinto Intramuros --1,5 metros del suelo y sin superar la altura de la fachada-- . Además, han pintado el conducto del mismo color de la fachada para que no haya impacto visual y mantienen el depurador, que según aseguraron ayer, está insonorizado.

Ahora, después de cinco meses cerrado, han vuelto a abrir sus puertas de lunes a domingo, de nueve a tres de la tarde y esperan que vuelvan a repetirse las colas de clientes.