Reabre la restaurada iglesia de La Magdalena, pero San Martín y su retablo con obras del Divino Morales sigue siendo de difícil acceso. Es la cara y la cruz de la oferta patrimonial que encontrará el turista esta Semana Santa.

Mientras muchos alojamientos hosteleros han conseguido colgar el cartel de completo por la llegada de visitantes, las novedades de la oferta cultural con la que estos se encontrarán tiene luces y sombras. En el primer apartado destaca sobre todo la reapertura de La Magdalena, que tras pasar por una restauración valorada en 488.000 euros, ha permanecido cerrada varios meses hasta reabrir este mes.

También y a propósito de la Semana Santa, los turistas podrán contemplar todos los pasos procesionales en la exposición permanente que la Unión de Cofradías mantiene en la iglesia de Santo Domingo. Esta muestra tiene este año una importancia mayor, ya que la Unión aspira a que este conjunto patrimonial contribuya a declarar la Semana Santa como Fiesta de Interés Turístico Regional y este año se espera la visita de técnicos de la Junta. En este sentido, la concejala de Turismo, Raquel Puertas, ha querido agradecer a las cofradías y a todos los colectivos y particulares su colaboración para elaborar el expediente que remitirá a la Junta.

MAS PERSONAL En el apartado de sombras, los turistas lo tendrán difícil para contemplar los cuadros del Divino Morales de la iglesia de San Martín. Abre solo una hora y solo un día, los jueves de siete a ocho, con motivo de celebraciones religiosas. El resto de la semana, los turistas tendrían que solicitar la llave de la iglesia al dueño de un bar situado frente al monumento.

Dado lo rudimentario de esta medida, Puertas tiene intención de reabrir la iglesia durante tres horas por las mañana, pero señaló que "ahora ha sido imposible porque tenemos a todo el personal en la oficina de turismo". Esta ha pasado de contar con tres personas a tener siete.

Lo que no se puede visitar estas fiestas es el enlosado de la catedral, en este caso con motivo de las obras de restauración del interior de la catedral nueva, también cerrada al público por este motivo. Los turistas se perderán así un espacio que llevaba más de 300 años cerrado y que reabrió en el 2005, pero que ahora sirve para acumular el andamiaje y otro material de obra. "Lo lamento, pero al menos está la catedral vieja", dijo la edila.