Los 70.000 metros cuadrados de suelo industrial que posee el ayuntamiento en la antigua fábrica de Gresiber han quedado para refugio de transeúntes, que se han instalado en al menos diez caravanas bajo el esqueleto de hierro que corona la visión del polígono industrial desde la circunvalación sur. "Nosotros no somos noticia --advirtieron ayer los ocupantes-- que nosotros somos feriantes de paso y estamos aquí porque se nos ha estropeado un camión".

Al margen de que la acampada libre está prohibida, la noticia reside en que éste es el único uso de tan amplio recinto municipal de suelo industrial en cuya adquisición y explanación gastó el ayuntamiento hace ya seis años 1,1 millones de euros. Fue con José Luis Díaz de alcalde, quien ayer alabó la inversión "porque hoy puede valer entre 1,8 y 2,4 millones".

PRINTONE, A LA ESPERA Pero hasta este año la única salida industrial de Gresiber ha sido la que le dio el Grupo Alba en 1999 cuando compró 9.000 metros por 150.000 euros para montar su industria hortofrutícola. Díaz optó sin éxito por solicitar fondos europeos para construir un Palacio de Congresos.

Ahora, sin embargo, otros 30.000 metros están pendientes de que entren las máquinas desde que en octubre del 2003 la empresa Printone firmó con la Junta de Extremadura la instalación de una industria de artes gráficas que prevé crear 122 empleos antes de 2009. En eso justificó el gobierno del PSOE la cesión de los terrenos a la empresa pública Fomento de Extremadura, que participa con un 45 por ciento del capital, que asciende a 27,1 millones de euros. Los planes de la empresa son los de poner la primera piedra antes de que termine el año y entonces todavía quedarán libres unos 40.000 metros.

Pero mientras tanto, la única actividad que se ve en torno a Gresiber es la de las familias que allí han acampado. Entre caravana y caravana se ven cuerdas con la ropa tendida y entre coche y coche juegan los niños mientras los padres dicen esperar a que les arreglen un camión averiado. Nadie de la policía local pudo confirmar ayer si conocían su presencia mientras la policía nacional advirtió de que haría una visita de reconocimiento al tratarse de una acampada ilegal.

FEDERACION EMPRESARIAL Así las cosas, la necesidad de sacar al mercado terreno industrial fue una de las primeras demandas que realizó la Federación Empresarial Placentina a la alcaldesa, Elia Blanco, quien no ha querido desvelar qué gestiones dice haber iniciado para desarrollar suelo con este uso marcado ya por el PGOU. Esta es una queja constante del sector más cuando los datos que maneja la Agencia Local de Desarrollo revelan que la demanda de suelo supera la oferta aunque a fecha de hoy no ha ofrecido los números concretos. Hace un año la demanda ya duplicaba la oferta y desde entonces no ha salido nuevo más que las naves industriales de la Junta. Eso sí, la mayor parte de la demanda procede de pequeños y medianos empresarios ya instalados en el polígono que desean abandonar costosos alquileres por una nave propia.