El mal estado en el que se encuentra el polígono industrial está pidiendo a gritos una reforma integral. Lo dicen sus baches, que necesitan un plan de asfaltado; las balsas de agua que se forman cuando llueve, porque se necesita la renovación de las tuberías; y la basura acumulada en algunos puntos, lo que requiere mejorar la limpieza.

En general, una puesta a punto a la que se suma, sobre todo, la mejora de la seguridad vial, escasa en algunos tramos por la poca visibilidad que tienen los conductores que quieren acceder desde las vías aledañas a la avenida Martín Palomino --generalmente por los vehículos aparcados junto a la calzada-- o por los giros a la izquierda, que hace que los vehículos que circulan detrás del que espera a cruzar, no paren y lo adelanten por la derecha saliéndose de la calzada.

La reforma en el polígono compete al ayuntamiento --ya que es municipal desde 1979-- y el presupuesto de este año destina una partida de 300.000 euros a estas acciones. Sin embargo, y aunque el año pasado también se reservó una de 150.000 euros para ello, no se han realizado acciones en la entrada a la ciudad por el sur desde el 2006, cuando siendo concejala de Urbanismo Mónica García se hicieron labores de desbroce, además de mejoras en la iluminación y se pintaron las intersecciones.

TRES ROTONDAS Lo cierto es que tanto la Federación de Empresarios Placentinos como a título personal los empresarios y trabajadores de la zona han reclamado en numerosas ocasiones mejorar la entrada a la ciudad. Una de las peticiones muy reivindicada va camino de hacerse realidad: la de eliminar tres puntos negros de la N-630 --a escasos metros de la avenida--, ya que el Ministerio de Fomento construirá sendas rotondas en las actuales intersecciones que han sido testigo de varios accidentes. Fomento ha adjudicado las obras a Araplasa e invertirá en ello 1,8 millones de euros.