La historia de la galga Bella, que fue encontrada en un descampado de Peraleda de la Mata tras haber sufrido un «maltrato brutal», y que fue recogida por la protectora placentina el Refugio, ha conmocionado a muchas personas. La asociación pidió ayuda para dar con el autor, pero también colaboración económica para hacer frente a los múltiples gastos veterinarios que serán necesarios para curar todas las heridas con las que llegó. Ayer, la presidenta de la protectora, Salud Mateos, destacó que en un solo día «ha habido bastantes personas que nos han llamdo para pedirnos el número de cuenta y colaborar».

Por eso, lo primero que ha hecho es mostrar el agradecimiento del colectivo «por toda la colaboración que nos ha llegado» y ha recordado que «estamos en el principio» de la curación de Bella, que permanece ingresada en una clínica veterinaria de la ciudad y allí seguirá hasta que se recupere de sus heridas, fracturas, laceraciones y desgarros.

«A lo mejor hay que operarle la pata», señalaba Mateos, puesto que, según su información, las heridas y fracturas hacían pensar que alguien había intentado amputárselas «con cordajes y a machetazos». Además, tiene una herida en el cuello, fruto de haberle arrancado el chip identificativo y haberle cauterizado después la herida «con algún metal al rojo». Nada se sabe de momento de la investigación iniciada por la Guardia Civil.