Auténticas delicatessen llevaron los cocineros al Primer Encuentro Gastronómico ´Norte de Extremadura´ con menús dignos de alta cocina y sólo una pena: que el pastel de bogavante o las codornices con caracoles y langostinos --por citar sólo dos de los cincuenta suculentos platos más sus postres de ensueños -- no se oferten en las cartas habituales de los dieciséis restaurantes participantes en la gala.

También el público estuvo a la altura. Sin aglomeraciones propias de otros festivales gastronómicos, los 180 comensales reunidos en el Hotel Alfonso VIII acertaron a probar las exquisiteces culinarias sin las precipitaciones que llevan a mezclar carnes con pescados o sabores que se dan de frente.

Las grandes expectativas creadas --no en vano hubo que aumentar los comensales en veinte y sólo en veinte por falta de intendencia en la cocina para tanto cocinero aún habiéndose elegido el Hotel Alfonso VIII por ser el de mayor disponibilidad-- se cumplieron con el reto de su continuidad y mayor espacio para el año que viene tanto de restauradores como de comensales.

Aunque de restauradores fue una buena muestra de lo que ofrece el norte extremeño con la presencia del Parador de Plasencia; La Catedral; Viña La Mazuela; Rusticiana de Galisteo; Puerta Talavera; Peña del Alba de Arroyomolinos de La Vera; Ciudad de Plasencia, Los Monjes; Chamizo; Alfonso VIII; Abadía de Cuacos de Yuste, Casa Juan, Cañada Real de Malpartida; Azar y la Escuela Municipal de Cocina de Plasencia, la Asociación de Cocineros y Reposteros y Repostería Sugar.