CON EVIDENTES signos de robo apareció ayer por la mañana un coche que se encontraba aparcado en la calle Pablo el Diácono, junto a la céntrica puerta del Sol. El vehículo tenía una ventana trasera completamente reventada --los cristales estaban esparcidos por el suelo-- y le habían arrancado el espejo retrovisor derecho.