EL HIJO de Rosa Arias, dueña de la tienda Esencia, se encontró ayer con la puerta del establecimiento de su madre forzada. Al entrar, se dieron cuenta de "que faltaba la caja registradora, un ordenador portátil y 500 euros". Los ladrones forzaron la cerradura, se llevaron el botín "limpiamente, sin desordenar nada de la tienda ni del escaparate". La policía acudió al establecimiento y Arias aseguraba ayer que aún tenía el susto en el cuerpo.