La Virgen del Puerto solo lleva cinco días en la catedral y ya ha sufrido un robo, el de una medalla de plata que llevaba colgada al cuello para que todos los devotos que quisieran la besaran.

La colocó la cofradía de la patrona porque, por la altura en que está situada la Virgen, sobre el altar, es imposible besarla y ahora ha desaparecido. Según explicó ayer un apenado presidente de la cofradía, Cándido Cabrera, el suceso tuvo lugar casi con toda probabilidad el domingo, dos días después de la bajada de la patrona a la seo con motivo de su reapertura.

"Creemos que el robo fue el domingo y a última hora del día porque nos hemos dado cuenta de que no tenía la medalla el lunes por la mañana". Cabrera hablaba ayer de "sacrilegio a la madre de todos los placentinos" y advertía de que la medalla tiene más valor histórico que material porque, según sus cálculos, debe tener más de cien años de antigüedad.

"Es una medalla de plata maciza con la imagen de la Virgen y una inscripción", detallaba ayer. No la lleva la patrona habitualmente, sino que la cofradía la mantiene guardada y solo se la ponía con motivo de su salida de la ermita durante la celebración de la romería anual, precisamente con la misma función que ahora, la de facilitar a los devotos que besaran la imagen.

Con motivo de su traslado a la catedral y justo cuando miembros de la cofradía colocaron a la patrona sobre el altar, colgaron la medalla de una cinta y pusieron esta al cuello de la imagen.

Desde que se descubrió el robo, la Virgen luce una nueva medalla: "No es ni mucho menos igual, ni tan antigua, pero no queremos que los fieles dejen de besar a nuestra Virgen del Puerto por este motivo", indicó Cabrera. Por un lado, tiene confianza en que se pueda recuperar, pero, otro, reconoce que no lo ve muy probable, por lo que "tendremos que encargar otra, aunque ya no será igual porque esta tenía un valor especial".

Por eso, ayer quiso lanzar un mensaje al autor o autora del robo: "Le pediría que reflexione sobre lo que ha hecho y la devuelva y, si lo hiciera, le daríamos las gracias porque es algo que no se puede recuperar".

Desde que Cabrera es presidente de la cofradía --lleva seis años-- y desde que él recuerda, no se ha producido robo alguno a la patrona, ni en su ermita ni durante otras bajadas a la ciudad. Sin embargo, estos días también han intentado robar el busto y relicario de Santa Florentina. En esta ocasión, "el sacristán se dio cuenta y salió corriendo detrás del ladrón y recuperó el busto", aunque el autor del frustrado robó huyó ".