Los vecinos del Rosal de Ayala esperan que este verano no tengan que volver a sufrir los ruidos de las pistas de verano. El fin de semana pasado ya se abrieron al público, por eso, y antes de que sea tarde, desde la asociación de vecinos confían en que este año no se repitan las molestias.

Agapito Díaz, presidente de la comisión gestora que ha sustituido a la directiva vecinal, recuerda que el año pasado tuvieron problemas por los ruidos al principio del verano, pero señala que "después hubo pistas que idearon sistemas para frenar un poco el sonido y el resto del verano estuvimos bien". Por eso, ahora confía en que la situación "se haya corregido y no tengamos que volver a insistir. Esperamos que desde el principio esté solucionado el problema. Ojalá sea así, yo creo que no tiene por qué ser de otra manera", subrayó.

Es un aviso para el ayuntamiento que evitaría las continuas llamadas telefónicas que los vecinos del barrio han venido realizando en años anteriores a la policía local para quejarse de los ruidos a altas horas de la madrugada. Además, precisamente mañana hay un concierto previsto en una de las pistas estivales.

En veranos pasados, representantes del consistorio se han reunido con los dueños de estas para llegar a lo que llaman pacto de caballeros --dado que las pistas no tienen licencia de apertura-- con el fin de controlar tanto el nivel de ruidos como el horario de cierre, de forma que los vecinos puedan descansar sin detrimento de que otros se diviertan.

Este año, el nuevo concejal de Interior, Francisco Martín, previsiblemente hará lo mismo, aunque preguntado por esta cuestión, ha remitido al día de hoy para informar sobre el tema.