Como es habitual por estas fechas, ya pueden visitarse los belenes con mayor tradición, y que se reparten por diversos puntos del centro de la ciudad.

El belén municipal ocupa el Claustro Bajo de Las Clara, y corre a cargo de la Hermandad de la Pasión. Si el del año pasado contaba con un punto que centrara y atrajera la atención, con la Natividad guarecida en una cueva, este año la escena del nacimiento cuenta con una alta montaña de corcho, sobre la que se asienta el castillo de Herodes.

A sus pies, una miniatura en la que cobra especial importancia el agua, dado que es "el año de la Misión, y el agua es elemento esencial en el bautismo", explica uno de los miembros de la hermandad que atiende al público en Las Claras, David Clemente. Tal es así que la escena de la Natividad propiamente dicha flota en el lago que preside la escena.

Mientras que el belén municipal ha dado una gran importancia a las líneas verticales, con la montaña del castillo de Herodes, la Unión de Cofradías, que expone su propio belén en la iglesia de Santo Domingo, ha optado por crear una representación "a una única altura, para que todas las personas, altas o bajas, puedan disfrutarlo", explica el presidente de la Unión de Cofradías, Pedro Cordero.

Este año ha habido un pequeño espacio para reconocer el apoyo de varias empresas de la zona, que "han colaborado con lo que han querido, iluminación, sonido, o donativos", cita Cordero. El sonido al que hace referencia el presidente de la Unión es una grabación que explica la escena, de una gran extensión, y que suena "cada hora, aunque si hay gran afluencia de público la pasamos también", asegura. Explica Pedro Cordero que, entre las situaciones que cumplen esa premisa se encuentran los "más de 1.200 niños que han pasado a ver el belén, de excursión con sus colegios". Además de esta cifra, la organización contabiliza "más de 4.500 las personas que, aparte de los colegios, han pasado por la iglesia", indica Cordero.

Además de estos dos belenes, que son los de mayores pretensiones y dimensiones que se pueden ver en la ciudad, también están ya instalados y abiertos al público el belén del obispado y el de la catedral.

El vicario general, Francisco Rico, explica que el del obispado se ha instalado "bajo los naranjos del patio, y cuenta con el misterio, pastores y algunas ovejas", siendo este el belén con el de horario de visitas más restringido, entre las diez de la mañana y la una de la tarde.

El nacimiento instalado en la catedral también es más modesto que el municipal y el de las cofradías, y se puede ver en el horario habitual de la catedral. En el caso de este nacimiento, explica el vicario general que ha sido "cedido por un particular, a quien estamos muy agradecidos".