Los vecinos de San Calixto quieren curarse en salud y han pedido al ayuntamiento autorización para instalar una especie de marquesina que evite que las baldosas que no dejan de desprenderse del edificio a la vía pública caigan sobre algún viandante. No sería la primera vez aunque, por suerte, nunca ha causado daños mayores.

El acerado que hace esquina con la calle Obispo Varela está acordonado por una valla de obra desde que el mes pasado una de las baldosas fue a caer sobre un joven causándole lesiones leves en una pierna y ahora la comunidad de vecinos del número 10 de San Calixto proyecta instalar una estructura metálica que impida nuevos incidentes, según explicó ayer la concejala de Obras y Urbanismo, Mónica García. "Hemos visto la petición en la junta de gobierno y les vamos a pedir que nos presenten antes el proyecto".

Este es el más grave de los vicios ocultos que afectan a la urbanización de Paredes además de las grietas y humedades interiores así como los problemas en las tuberías que causan malos olores en los pisos por todo lo cual los vecinos llevaron el año pasado al constructor al juzgado. La vista judicial está fijada para este mes.

Pero mientras tanto, el anclaje de las baldosas sigue siendo defectuoso y los vecinos prefieren prevenir más aún por temor a que el viento y la lluvia propias de este tiempo puedan agravar la situación. De momento los más afectados han sido varios vehículos estacionados en esta transitada vía que conduce al centro de salud de zona centro que se ha dado en llamar la calle de los peligros .