Los peregrinos que recorran el camino de Santiago tienen parada y fonda gratis en San Gil, la entidad local menor dependiente de Plasencia, en una casona municipal rodeada de campo y sin más sonidos que los de los pájaros. Es un albergue modesto, pero con todo lo básico desde agua caliente a cocina y plaza para que diecisiete personas desplieguen sus sacos de dormir en medio de la Ruta de la Plata.

El alcalde pedáneo, Blas Raimundo --concejal también del ayuntamiento placentino delegado de Caminos y Festejos-- ha puesto todo su empeño en buscar financiación para que su proyecto de abrir un albergue moderno con capacidad para sesenta personas sea una realidad antes de que acabe la legislatura tal y como prometió el PSOE en campaña, pero mientras tanto no ha dudado en habilitar la antigua casa del maestro como el primer albergue municipal de San Gil que enseña con enorme satisfacción. "Aquí los peregrinos tienen albergue gratis y mucha tranquilidad para el reposo". Blas Raimundo afirma que tiene el apoyo de la alcaldesa placentina para gestionar la llegada de los 480.000 euros de la Junta o Europa que hacen falta para hacer realidad el proyectado albergue.