La asociación de vecinos de San Juan pudo quemar su tradicional falla en la medianoche del lunes como colofón a su fiesta vecinal y a pesar de las lluvias caídas poco antes del acto, que sí dañaron en parte la imagen, realizada por los vecinos y que simbolizaba la crisis inmobiliaria.

Lo que sí tuvo que suspenderse fueron los fuegos artificiales previos y la traca que marca el fin de las fiestas vecinales porque el agua caída, y que no paró hasta poco antes de que ardiera la falla, lo impidió.

Pero el presidente vecinal, Vicente García, se mostró contento porque "al menos pudimos quemar la falla, se cayó un poco por un lado, pero echamos papeles, gasolina y ardió muy bien".

Los jóvenes que acudieron a presenciarlo tampoco se quedaron sin los típicos manguerazos de agua gracias a las mangueras de los bomberos y a un miembro de la directiva que disfrutó remojando a quien se lo pedía, aunque el presidente vecinal reconoció que el mal tiempo rebajó el número de asistentes.

Con todo y a pesar de este fin de fiesta agridulce, García se mostró muy satisfecho con el resultado de las fiestas y agradeció la respuesta del barrio, en especial la de aquellos que este año han elaborado la falla contrarreloj al no poder hacerlo la hermandad de la Pasión.