Los vecinos de la calle San Cristóbal, una de las más transitadas de San Miguel, han montado en cólera. Si el ambiente ya estaba caldeado por la eliminación de una quincena de aparcamientos en la fila izquierda por el paso de los nuevos autobuses, ayer se encontraron con que en la fila derecha se ha pintado una parada de autobús que quita todavía más plazas de aparcamiento.

"No hay derecho, esto es una vergüenza, no se conforman con quitarnos aparcamientos sino que además pintan diez o doce metros para el autobús ¿dónde aparcamos los vecinos?".

Era la queja ayer de Gabriel González, miembro de la directiva de la asociación de vecinos de San Miguel, con la que, sin embargo, dijo estar muy descontento por su falta de reacción: "Me da vergüenza pertenecer a la asociación porque el concejal --por el edil de Tráfico, Blas Raimundo-- dice que la medida se consensuó con la asociación y según el presidente no se le ha consultado. Alguien miente y el presidente vecinal no hace nada porque es del PSOE", dijo.

Lo cierto es que el presidente vecinal, Jaime Collado, propuso dejar la calle de un sólo sentido para no quitar plazas y aceptó el cambio como un mal menor y con la condición de dar una alternativa antes. Raimundo la baraja en la calle El Brocense, paralela a San Cristóbal, pero hoy por hoy no ha llegado. Por eso, los vecinos de la calle afectada protestan: "La alternativa la tenían que haber dado antes de quitarnos los aparcamientos y no después", aclaran.

NOVENTA AFECTADOS González advierte de que además de los aparcamientos eliminados y los que quitará ahora la parada, hay casi una decena de vados en la calle y pocas cocheras, por lo que la búsqueda de aparcamiento se ha convertido en una odisea: "Sólo en la parte izquierda viven 90 vecinos, no puede ser que se tarden dos horas en encontrar un sitio libre".

Por eso, pide que la calle se deje sólo de un sentido o que se suprima la parada y se cree una al principio y otra al final para no afectar al estacionamiento. El malestar es tal que los vecinos están dispuestos a recoger firmas o movilizarse si el consistorio les da una solución.