Los vecinos de San Miguel están tan hartos de esperar a que las obras del instituto y la piscina sean una realidad que están dispuestos a movilizarse si las máquinas no comienzan a trabajar antes de que termine el año. El ultimátum al ayuntamiento lo dieron ayer el presidente vecinal, Jaime Collado, junto al secretario y vicesecretario porque "ya no vamos a creer en promesas hasta que veamos los hechos reales. Ya está bien de tantas promesas incumplidas".

Ambas obras se encuentran en la misma zona y no podrán comenzar hasta que el ayuntamiento la urbanice, aunque la concejala de Urbanismo, Victoria Domínguez, aseguró a los vecinos en una reunión mantenida el jueves que los trámites urbanísticos están solucionados. Así las cosas, la asociación pidió al alcalde que "demuestre que tiene interés en que se haga ya la piscina porque ya van siete años de promesas y tiene el dinero para construirla". Sobre la discusión de que sea o no climatizada, el secretario, Gabriel González, advirtió que "no queremos que esto suponga un retraso" por lo que reclamó que la obra se haga como estaba prevista inicialmente y después vengan las mejoras.

Sobre el instituto de secundaria, también insistieron a Díaz para que empiece ya la urbanización de la zona con los servicios de agua potable, alcantarillado, acceso viario peatonal y de vehículos e instalación eléctrica, porque hasta que no esté listo la Junta no podrá sacar a contratación el proyecto.

FERROCARRIL TURISTICO

Con todo, el presidente vecinal lanzó un ruego a los políticos para que "trabajen con sensatez y no se alarguen los plazos de las obras porque alguien quiera hacer un juego político".

Por otro lado, Jaime Collado aprovechó la reunión con la edil de Urbanismo para insistir en el proyecto del ferrocarril turístico hacia la zona norte y pueda hacerse realidad a través de un convenio entre el ayuntamiento, Junta y Renfe. De momento, el tema se llevará al próximo consejo municipal de medio ambiente.