A pesar del frío que hacía, la San Silvestre del 2016 ha sido la mejor, en cuanto a participación, de todas las ediciones. La organización de la Concejalía de Deportes esperaba unos 700 corredores y finalmente, fueron un total de 1.036 los que adquirieron su dorsal, al precio de tres euros, íntegros para la asociación Aspace, que colaboró con la entrega de trofeos y también con algún participante.
La jornada del sábado fue por tanto una jornada para el deporte, pero también para la solidaridad y, por supuesto, para el humor. Porque la nota divertida la pusieron muchos corredores con sus disfraces. Por la avenida de la Hispanidad se pudo ver a Super Mario y Luigi en tirantes, a participantes con gorros navideños de todos los estilos --de Papá Noel, de renos, de árbol navideño-- y también hubo racimos de uvas, una familia de Power Rangers, burbujas de cava y, no podía faltar, Darth Vader.
Atletas y no profesionales comenzaron a llegar antes de las cuatro de la tarde y la nota de animación la puso Teo Clemente, del gimnasio Isla-Sport. También la clínica Sanesco colaboró aportando fisioterapeutas.
Los más pequeños, hasta los 5 años, estrenaron la carrera en un pequeño recorrido muy animado y algunos en compañía de sus padres, por su corta edad. Le siguieron los de 6 a 10, los de 11 a 15, los de 16 a 18, con recorridos más amplios según la edad y, finalmente, la carrera más multitudinaria, la que congregó a los de 19 años en adelante, absolutos y veteranos, que dieron dos vueltas al circuito para recorrer unos 4 kilómetros.
Los tres primeros clasificados, femenino y masculino, de cada prueba, recibieron regalos, pero el mayor se lo llevó Aspace. Su representante, Gala Rodríguez, mostró su satisfacción para la solidaridad local.