Quince años después de protagonizar la primera boda civil en el salón de plenos del ayuntamiento, Elia Blanco ocupó ayer el otro lado de la escena para oficiar una boda. Era la primera vez que lo hacía como alcaldesa de Plasencia y, según confesó terminada la ceremonia, fue un momento doblemente especial, "porque además de ser la primera boda como alcaldesa de Plasencia, el novio es un compañero de partido".

Los afortunados fueron Teófilo Magdaleno, placentino, y Angela Rolo, natural de Aliseda, que ocuparon el mismo lugar que Elia Blanco el 25 de marzo de 1989. Casualmente, la fecha coincidió también con un Sábado Santo, aunque en esa ocasión, el maestro de ceremonias fue Cándido Cabrera.

Sin nervios

La alcaldesa recordo su boda y destacó "la diferencia de vivirlo en el sillón a hacerlo desde este lado". "Yo estoy tranquila esperando a los novios, sin nervios, mientras la que estaba nerviosa entonces era yo".

Blanco no quiso que fuera una ceremonia al uso, por eso escogió un poema de Pablo Neruda dedicado a la pareja, que leyó a los novios antes del sí quiero : "Lo he elegido por su significado", explicó al terminar. Blanco repartió los anillos y fue la primera en felicitar al matrimonio.