Monprint y sus trabajadores están pasando ahora por una situación que ya vivió la empresa Lusográfica, dedicada también a la impresión comercial y con sede en Olivenza. También tiene participación de la Sofiex; ahora está en concurso de acreedores; ubicada en un terreno que cedió el ayuntamiento y con promesas de llegar a cien trabajadores. Hoy, seis de ellos se mantienen en una empresa que llegó a tener 69.

Lo afirmaba ayer el presidente del comité de empresa de Lusográfica, Javier Martín. "Ahora somos seis, cuatro del comité y nos dedicamos a trabajos de mantenimiento de máquinas, de seguridad y de administración, atendiendo a los administradores concursales".

Tiene pocas esperanzas de que un comprador reflote una empresa que entró en concurso de acreedores en febrero. Entonces, sus trabajadores se encerraron hasta que en marzo pactaron las condiciones del despido.

También en este caso está implicada la Junta a través de Sofiex, que entró en el capital social con un 42%, que al final pasó a ser el 24% (alrededor de 1,4 millones de euros). También en febrero, Sofiex procedía el embargo de los bienes de la empresa, según anunciaba el presidente de la Junta en la Asamblea de Extremadura "para salvaguardar los intereses de Extremadura y los extremeños, para que en ningún momento pueda producirse ninguna decisión que pueda perjudicar seriamente los intereses de la comunidad".

Mientras, el Ayuntamiento de Olivenza ha aprobado en pleno este mismo mes reclamar el terreno que cedió a Lusográfica por la simbólica cantidad de una peseta. En el caso placentino, el gobierno guarda silencio.