Javier Sánchez Collado es un joven de 21 años que, como cualquier chico de su edad, tiene perfiles en distintas redes sociales. El pasado domingo lanzó además su propio canal de YouTube. Lo que le hace a él y al nuevo canal diferente es que Javier es seminarista y está convencido de que la Iglesia debe dar el salto a las redes sociales.

Ya tiene experiencia, porque forma parte de una plataforma de evangelización en internet llamada iMision, de ámbito nacional y que también se lanza en Méjico. Para Javier, su canal (https://youtube.com/c/javierscollado) es «un impulso» a esa tarea evangelizadora a través de internet, dado que en los últimos congresos se resalta como tendencia actual la necesidad de estar en las redes sociales.

Javier, de Navalmoral de la Mata y que lleva cuatro años en el seminario placentino cursando Estudios Eclesiásticos, tiene claro que su canal no será un púlpito desde el que lanzar homilías, al contrario. «Estamos acostumbrados al púlpito y a que solo hablamos nosotros», pero el canal busca la interacción entre los suscriptores y él.

Ya en su video de presentación, que lanzó el día 28 aprovechando la Jornada de las Comunicaciones Sociales, explica que su objetivo es «responder a vuestras dudas y preguntas. Podéis preguntarme de lo que queráis, cualquier tema me vale y me comprometo a responder a la mayoría de las preguntas».

Su intención por tanto es «abrir un espacio de diálogo. Yo puedo aprender del que me hace una pregunta. Yo te expongo lo que yo creo y lo que cree la Iglesia, pero esto es un espacio de encuentro y en el encuentro nos enriquecemos».

De hecho, señala en su video que está especialmente interesado en las preguntas de los ateos y agnósticos. «No es necesario ser cristiano ni creer en Dios para ver este canal», avisa.

Su primer video lleva ya más de 1.000 visualizaciones y ha logrado más de 150 suscriptores. Le han hecho más de 50 pregutnas, «sobre la vocación, por qué no nos casamos, la castidad; también la vida dentro del seminario o el problema del mal». Con esta respuesta, subraya: «Dios también se ocupa de la evangelización en internet».