Los dos senderos peatonales que discurren paralelos al cauce del río Jerte van a ser pavimentados. Así aparece en el proyecto de las obras que se están ejecutando en el parque lineal de la ribera del Jerte y así lo está llevando a cabo ya la empresa pública Tragsa, adjudicataria de las obras, en la margen derecha. Esta información, sin embargo, no ha sido transmitida públicamente por el ayuntamiento ni por la Confederación Hidrográfica del Tajo (CHT) ni en la rueda de prensa que en julio dio el edil de Desarrollo Sostenible, Juan Carlos Herrero, quien recordó las actuaciones en la zona, ni cuando el pasado diciembre el presidente de la CHT, José María Macías, visitó el entorno para inspeccionar la segunda fase de las obras.

Pero lo cierto es que los aproximadamente seis kilómetros de la margen izquierda del río --desde El Cachón hasta el puente de Adolfo Suárez-- y la margen derecha --desde la presa hasta el puente nuevo-- tendrán una anchura de tres metros y una base de terreno compactado procedente de la excavación, de 20 metros, encima una capa de 10 centímetros de hormigón y un acabado de slurry de color verde.

CIRCULARAN VEHICULOS Pero la acción la desconocían los colectivos locales deportivos y ecologistas y no ha sido bien acogida por estos, ya que "están urbanizando el campo y no tiene sentido que vayas a andar por él y camines sobre firme y no pisemos blando", informaba el presidente del Bordón, Jesús Muñoz. Este augura que el terreno dará pie a que circulen por allí más vehículos de motor, postura que también comparte el club de atletismo.

Además de resaltar lo "incómodo" que será practicar deporte en la zona, el club de ciclismo Exaquo ha mostrado su preocupación porque "las caídas sobre cemento son mucho peores que sobre tierra" y el grupo Oikos, de Ecologistas en Acción, ha calificado de "antinatural" que pongan cemento al lado del río, ya que "es una agresión para todo el hábitat", según explicó su portavoz, Carlos Renuncio.