Miembros de Unadata, la asociación de vecinos, recibieron ayer con un sentimiento agridulce la noticia de que la Junta va a reparar los desperfectos de los pisos porque no iba acompañada de la que más tiempo llevan reclamando: acabar de adjudicar las viviendas a las familias legalmente en lista de espera mientras siguen ocupadas por otras por el procedimiento de la patada en la puerta .

"Si no acaban con eso, que tan grandes problemas de convivencia nos trae, ya pueden arreglar los daños que pronto volverán a aparecer, pero claro si la junta de seguridad esa dice que aquí no hay inseguridad apañaos estamos". Con tal claridad habló ayer uno de los portavoces vecinales que, como siempre por miedo, prefirió mantenerse en el anonimato, para añadir que "después de lo dicho por la señora alcaldesa y la policía, esto será ahora para taparnos la boca".

Desde agosto del año pasado hasta 110 familias placentinas esperan una respuesta a sus solicitudes de vivienda mientras no deja de haber ocupaciones ilegales.