Cerca de 250 familias se vieron beneficiadas el año pasado por las ayudas de emergencia social, que concede la Junta de Extremadura, pero que gestiona directamente el ayuntamiento.

En total, fueron 237 las ayudas concedidas en 2014, la mayoría para gastos de alimentación, 131, mientras que 61 sirvieron para contribuir al pago de alquileres y 45 para ayudar en los gastos de luz, agua y gas.

Según ha explicado la concejala delegada, Sonia Grande, el ayuntamiento contó el año pasado con 132.000 euros para estas ayudas, 126.000 de la Junta y 6.000 del ayuntamiento. A la espera de conocer cuánta cantidad destinará este año el gobierno regional, el ayuntamiento ha aumentado este año su partida hasta los 9.000 euros y ya ha concedido la primera ayuda, de 1.000 euros, para una joven con dos hijos, víctima de violencia de género y desempleada.

La concesión ha sido para pagar el alquiler durante varios meses, porque el gobierno municipal ha decidido este año destinar las ayudas a sufragar alquileres o hipotecas para evitar desahucios, ya que los gastos de alimentación, ropa y otros están cubiertos por oenegés.

Podrán solicitar las ayudas las personas con orden firme de desahucio y víctimas de catástrofes que impidan la habitabilidad.