Solo en el primer trimestre de este curso, han llegado a los servicios sociales del ayuntamiento 40 casos de absentismo escolar. Ha habido más, pero los que no han pasado por los servicios sociales los han atajado rápidamente los centros educativos, por eso, la concejala de Educación, Flor Prieto no ha dado datos de estos últimos al consejo escolar municipal celebrado la pasada semana.

Sí ha querido recalcar que son casos leves --la cifra es algo superior a la del primer trimestre del curso pasado-- y que se han dado tanto en colegios públicos, como concertados e institutos y "en alumnos y alumnas de todas las clases sociales y etnias".

Eso sí, puso de manifiesto que la mayoría de los casos de absentismo se dan en menores de 13 y 14 años o ya próximos a cumplir los 16, la edad máxima de educación obligatoria y que "es la tónica general al comienzo del curso porque muchos chicos pasan del colegio al instituto y la adaptación les cuesta".

La concejala explicó además que, de esos 40 expedientes de absentismo, seis se han resuelto ya, 33 están en proceso y se hará el seguimiento después de las vacaciones y uno ha pasado al siguiente escalafón a la hora de resolver estos casos: la comisión zonal de educación. Si esta, que preside una inspectora, no lograra solucionar el caso, el último paso sería derivarlo a la dirección general de Infancia y Familia de la Junta, que podría hacerse con la tutela del menor o a la Fiscalía, que podría imponer penas de cárcel para los padres.

Pero Prieto quiso dejar claro que "estos son casos extremos y en Plasencia nunca se han dado". Por eso, el primer lugar donde se intenta solucionar el absentismo es en el centro educativo, aunque la concejala subrayó que "el primer responsable del menor es la familia, no el centro educativo", por eso, se habla en repetidas ocasiones con la familia para atajar los casos.

Para dar un paso más en la actuación municipal contra el absentismo, Prieto planteó también al consejo escolar la posibilidad de adherirse al protocolo regional para la prevención, control y seguimiento del absentismo a través de la policía local. El gobierno tiene intención de firmarlo, pero ha visto lagunas como el hecho de que el protocolo plantea, en el caso de niños no escolarizados, que la policía les traslade a una dependencia municipal hasta que acuda la familia. Los servicios jurídicos lo están estudiando.