Bien podría ser éste el eslogan del transporte público actual camino de Madrid. Y hablando de caminos, el viajero que se ve obligado a desplazarse a la estación de Monfragüe por falta de combinación se encontrará con uno más propio de cabras a juzgar por los baches y la estrechez de la carretera. De calvario, desastre y error histórico por encontrarse en medio del campo calificó ayer el Movimiento Social por la Universidad esta carretera, situada además en un punto estratégico para el turismo.

El coordinador del MSU, miembro además de la Alianza por la Autovía de la Plata y del nuevo proyecto ciudadano Plasencia siglo XXI , Francisco Martín, decía ayer que "a nosotros nos dice gente que tiene que viajar por motivos de trabajo que en venir a Plasencia se pierde mucho tiempo a no ser que te vengas en tu coche y así no podemos ser competitivos". Lo repiten hasta la saciedad los estudiantes, uno de los cuales añadía ayer "la incomodidad de los propios trenes, los habituales retrasos, las esperas en Monfragüe y lo peor, el traqueteo saliendo de Plasencia que parece que estamos en el lejano Oeste". Turística y demográficamente se hacen especialmente necesarias las combinaciones de fin de semana y festivos y a diario dado que las personas mayores suelen tirar del tren. Mientras tanto, el ciudadano de la calle no entiende cómo se puede tardar hasta cuatro horas y cuarto si se hace un recorrido por el Valle y tres y media como mínimo en autocar si va directo a Madrid mientras la media en tren es de tres horas cuando estamos a menos de 250 kilómetros de Madrid.