De la adquisición de las huertas de La Isla dependerá que el gobierno municipal del PSOE pueda cumplir su programa electoral y trasladar allí el colegio Alfonso VIII para construir en su lugar un aparcamiento público subterráneo con plaza y jardines en la superficie. Lo recordó ayer la propia alcaldesa al reconocer la necesidad de que el ayuntamiento zanje a ser posible este año el viejo conflicto de las huertas.

Pero sobre todo porque cuanto más se dilate en el tiempo, más gravoso será para el ayuntamiento al que el Tribunal Superior de Justicia de Extremadura ordenó ya en julio del 2001 seguir con el trámite de expropiación forzosa que habían pedido los dueños. "No podemos dejarlo a merced del tiempo porque para los intereses municipales no es bueno. Cuanto más tiempo pase --señaló Elia Blanco-- más gravoso será y de ahí que hayamos tenido ya una primera reunión con los propietarios".

De hecho, el borrador que maneja la propiedad valora ya las huertas en una cantidad superior al presupuesto del propio ayuntamiento, que es de 30 millones de euros --cinco mil millones de las antiguas pesetas-- porque el justiprecio se fija aplicando el precio de las edificaciones más recientes en su entorno.

ACUERDO AMISTOSO La alcaldesa manifestó su deseo de llegar a un acuerdo amistoso este año: "Espero llegar a un acuerdo por la vía del diálogo sin tener que recurrir al tribunal del justiprecio, pero dependerá también de sus propietarios porque el ayuntamiento maneja recursos públicos". Sobre la fórmula para adquirir las huertas, Elia Blanco se limitó a reconocer que "existen muchas consideraciones que se pueden hacer y nosotros cogeremos la más adecuada para los intereses municipales". En realidad son tres sin tener que recurrir a la expropiación, que son la compra, la permuta o la recalificación parcial.

De la solución final dependerá la conclusión del proyecto inicial de La Isla, el traslado también del colegio Ramón y Cajal y el desbloqueo del problema de aparcamiento en el centro.