La feria de este año ha tenido gente, sí, pero menos que en ediciones anteriores. El pulso lo dan las cañas y ni siquiera el sábado hubo grandes aglomeraciones en el centro. En momentos puntuales sí ha habido concentraciones, sobre todo en las plazas aledañas a la plaza Mayor, con las iniciativas gastronómicas y musicales de los hosteleros y la plaza Mayor solo ha estado llena con los conciertos de Celtas Cortos y King África, ambos a unas horas en las que el calor no era sofocante.

Porque ha hecho calor, mucho, y eso ha llevado también a que hubiera menos gente en las calles, en detrimento del interior de los locales. Muchos directamente se han ido de vacaciones y en el recinto ferial, este año ha habido por primera vez parcelas vacías, es decir, menos atracciones. También ha habido polémica en este sentido, de la mano de feriantes descontentos con el concejal de Festejos porque, según afirmaba su portavoz, Antonio García, llevaban todo el año pidiéndole una reunion y no les ha atendido. El edil ha asegurado que está dispuesto a atender a todo el mundo.

Lo cierto es que solo la noche del sábado el ferial ha estado a rebosar y el portavoz de los feriantes apunta que, el próximo año, o se solucionan sus problemas o no acudirán a montar atracciones a la feria. Ahora toca hacer balance de estos cuatro días y pensar en si es necesario cambiar para mejorar.