Los dos fuegos que se originaron ayer en viviendas fueron sobre todo aparatosos y afortunadamente sólo quedaron en un susto. Ambos incendios se produjeron en un intervalo de tres horas, el primero en torno a las nueve de la noche al salir ardiendo el cuadro de contadores de luz de un bloque de Céntrica, lo que provocó que saliera al exterior gran cantidad de humo. Acudieron ambas policías y los bomberos, que recomendaron a los vecinos no abandonar sus viviendas hasta que se extrajo el humo con ventiladores.

Por otro lado, a las doce de la noche hubo un incendio en un bajo de la calle Ramón y Cajal en el que sólo se encontraban dos perros que fueron evacuados, pero los bomberos no pudieron evitar que las llamas acabaran con el mobiliario.