Los pabellones militares están a la espera de los fondos europeos que permitirán transformarlos en una residencia de mayores. Sin embargo, mientras tanto, sufren el paso del tiempo y hay quienes aprovechan que no se utilizan para acceder a los edificios y, o bien ocuparlos, o bien causar destrozos.
Así lo manifestó ayer el alcalde, quien señaló que, para evitar esta situación y también para garantizar la seguridad --recordó que recientemente hubo un pequeño incendio causado precisamente por okupas-- se han tabicado los accesos.
Por tanto, puertas y ventanas se han sellado para evitar la entrada a su interior, también porque partes de la cubierta se han caído y "lo que hemos decidido es primar la seguridad, aunque también suponga un problema para el mantenimiento" interior de los edificios, apuntó Pizarro. No obstante, subrayó que, pese a lo sucedido con la cubierta, "la estructura es muy fuerte, así que no debemos temer ningún riesgo más".
En cuanto al exterior, la asociación de vecinos de Miralvalle le pidió ayer que vuelva a desbrozar la maleza y que se actúe en las piscinas porque desprenden malos olores y son un nido de mosquitos. En este caso, el alcalde dijo que se volverá a desbrozar y explicó que las piscinas se llenan de agua por la lluvia del invierno y los desagües se atascan, que es lo que provoca los malos olores. También actuarán para darle solución, dijo.
PROYECTO EUROPEO Sobre el proyecto de residencia de mayores, explicó que, tras haber hablado con la Secretaría de Estado, "en julio es posible que tengamos noticias" de la estrategia por la que solicitaron un máximo de 5 millones para la obra. Confía en que la respuesta de Europa sea positiva y, en ese caso, dijo que nada más recibir la contestación "se licitaría de manera inmediata", aunque antes habría que redactar el proyecto porque actualmente se cuenta con un anteproyecto.
Pizarro recordó que la residencia fue una petición de la asociación de vecinos de Miralvalle, "que nos pidió proteger los pabellones y no ponerlos a la venta y eso hicimos".
