Los técnicos del Area de Rehabilitación Integrada, Roberto Rubiolo y José Antonio Estévez, están convencidos de que la demanda de inmuebles en el casco antiguo se ha mantenido. "Puede que las agencias hayan detectado una caída, pero es que hay mucha gente que prefiere contactar directamente con el propietario", explican.

Sí confirman que existe una tendencia a abandonar los centros históricos en favor del extrarradio, aunque dicen que es una moda nacional. "Salen a las afueras buscando espacio para la piscina o la barbacoa y luego se encuentran con parcelas pequeñas".

Ambos aseguran que vivir en el centro tiene más ventajas, como el contacto con el patrimonio y la cultura o el acceso a la oferta comercial y a las administraciones. Admiten que la escasez de zonas de aparcamiento es un hándicap, al igual que la rehabilitación de las viviendas de esta zona: "El esfuerzo de rehabilitar es grande, pero también aumenta la calidad de vida, porque sus estructuras son mejores que las de las nuevas viviendas y están adaptadas al entorno".