El concejal de Deportes y Juventud, Enrique Tornero, negó ayer que haya habido incompatibilidad legal alguna en la concesión del ferial a su empresa familiar, pero tampoco ética porque el edil se salió de la sociedad nada más acceder a su cargo en el 2003, cuando el gobierno del PP volvió a contratar con ésta la feria por octavo año consecutivo.

Arropado por el edil de Festejos, Blas Raimundo, descalificó "la desfachatez e irresponsabilidad de Paco Gil, que sólo ha salido a hacer oposición para hacer daño a mi familia" y puso en evidencia las críticas del exconcejal de Festejos a la organización "porque si tan malos éramos por qué nos contrataron los últimos ocho años, cuando acudían a mí, a mi padre, a mi hermano y nos felicitaban incluso".

DEUDAS DEL 2003 Tornero explicó que hasta el 2000 ganaron año a año el concurso público, pero desde entonces el PP no volvió a convocarlo y fueron contratados de forma directa hasta que el gobierno del PSOE volvió a sacarlo a oferta pública por cuatro años y sólo se presentó la empresa que forman sus hermanos y su padre, policía local. El edil mostró el informe jurídico municipal que rechaza toda incompatibilidad y el escrito donde el alcalde José Luis Díaz nombraba representante legal de la empresa a su padre.

Raimundo desveló además que la recaudación del 2003 no es la que dijo Gil porque el adjudicatario del bar debe aún a fecha de hoy 23.000 euros.