Antes de que termine el año, los 619 trabajadores municipales tendrán que fichar cada vez que entren y salgan de su puesto de trabajo. Es una medida que ha promovido el equipo de gobierno para llevar a cabo un control efectivo de los horarios de trabajo y "porque en todas las administraciones se controla, creo que este ayuntamiento es el único que no lo tiene", en palabras de la concejala de Personal, Carmen Blázquez.

De momento, el gobierno ha dado el primer paso, que consiste en la instalación de los terminales en los que habrá que fichar. Ya hay dos colocados en el edificio del ayuntamiento y otros de menores dimensiones se instalarán en el centro cultural de Las Claras; en la finca Capote, donde está ubicada la Concejalía de Obras; en el cementerio; en la guardería de La Data y en la jefatura de la policía local.

Además, Blázquez aclaró que los trabajadores de la biblioteca municipal y la oficina de turismo ficharán en Las Claras y los del teatro Alkázar y el Centro de Rehabilitación Psicosocial, en el ayuntamiento.

El control de los horarios a través de estos terminales se hará mediante la identificación de la huella dactilar, pero también y, para evitar fraudes, habrá una persona encargada de controlar las entradas y salidas de los trabajadores y de subsanar también los errores que puedan cometerse. Según explicó la concejala, esta persona pasará por un cursillo previo a la puesta en funcionamiento del sistema.

Blázquez recordó que el horario de trabajo es de ocho a tres de la tarde, aunque "hay gente que tiene compatibilidad y llega más tarde para recuperar horas por la tarde". Dijo además, haber notificado ya la medida tanto a los sindicatos como a los responsables de todos los departamentos municipales y recordó que, saltarse el horario, conlleva "primero una amonestación, después un descuento de jornada y finalmente, el despido o la apertura de un expediente, si es personal fijo".

Pero subrayó que estos casos no se dan habitualmente porque "una mayoría de los trabajadores cumple con el horario, lo que sucede es que una minoría ensucia el buen hacer de todos y eso es lo que hay que controlar, que todos trabajen por igual".

Este nuevo sistema de control está incluido en el Plan E de este año, junto al control de accesos en la ciudad deportiva y la venta de entradas del teatro Alkázar, que cuentan con un presupuesto global de 40.000 euros. También en el segundo Plan E se ha incluido la reforma de la escalera principal del ayuntamiento, que ya ha finalizado y ha costado 25.000 euros.