Los devotos han optado por trasladar el Cristo de san Lázaro a la iglesia de san Miguel mientras que la Junta de Extremadura prosigue la rehabilitación de la ermita, cuyo proyecto técnico deberá estar en menos de quince días para comenzar las obras de saneamiento de humedades y demás desperfectos. Cuando culmine la obra volverán a san Lázaro los retablos de azulejos de Talavera que ya rehabilitó la Junta hace tres años junto con la cubierta y que permanecen en san Martín.