La Concejalía de Turismo ha encargado a los técnicos municipales un proyecto para edificar dos plantas en el párking situado junto al puente Trujillo y lograr así tres niveles de aparcamiento. Esto significaría multiplicar por tres su capacidad y pasar de las aproximadamente 40 plazas de ahora a unas 120.

La edil delegada, Raquel Puertas, quiere incluir esta propuesta en el plan de eliminación de barreras arquitectónicas porque el 10% de las plazas estarían destinadas a minusválidos. Sin embargo, esto significa que la ampliación del párking dependerá de si el Ministerio de Asuntos Sociales da el visto bueno o no.

La actuación en esta zona que acondicionó José Luis Díaz es la primera encaminada a aumentar el número de plazas de aparcamiento en el centro que sale del equipo de gobierno, aunque ha sido la concejala del grupo mixto la que ha dado el paso. Mientras, el párking de la puerta del Sol prometido en campaña electoral por el PSOE sigue sin materializarse para desesperación de los comerciantes de la zona centro y tampoco se sabe nada del plan de tráfico, también incluido en el programa del gobierno socialista.

PARA EL 2005 Raquel Puertas se mostró ayer confiada en que el ministerio aprobará el proyecto, que deberá ajustarse al Plan General de Ordenación Urbana en lo que respecta a las alturas, puesto que el edificio ubicado justo enfrente del cañón de la Salud ya incumple el plan al impedir la visión de la muralla.

De momento, la edil encargó ayer a los técnicos una memoria valorada del proyecto con la intención de enviarlo junto al resto de propuestas de eliminación de barreras arquitectónicas al ministerio y la Fundación ONCE. Puertas espera conocer, como máximo, a finales de año la respuesta de ambos con el fin de comenzar las obras en el 2005.

Además de la edificación para ampliar el estacionamiento, se enmarcan dentro de este proyecto de turismo accesible la adecuación del museo municipal, la elaboración de una ruta accesible desde la zona monumental hasta el parque de los Pinos, la contratación de un trabajador para la oficina de turismo que conozca el lenguaje de signos o señalización vertical en braille, entre otros.