A diferencia de los vecinos, el gobierno municipal del PSOE no cree que la piscina de San Miguel sea prioritaria. Así lo dijo ayer, al menos, la concejala de Urbanismo, Mónica García, después de haber visitado la sede vecinal para dar un repaso a los asuntos pendientes en el barrio a petición de la asociación. "El terreno será para viviendas de 60.000 euros y quizá se pueda buscar una ubicación en la zona sur cuando se revise el PGOU porque tampoco no sería adecuado meterla con calzador en el solar sin tener en cuenta los accesos o el saneamiento y no hay que precipitarse".

El comunicado de la asociación de vecinos advierte, sin embargo de que "los acuerdos plenarios se deben cumplir y se exigirá que se cumpla lo que se promete al pueblo". Sobre su inquietud por las obras del instituto, la concejala insistió en que "no hay vuelta atrás" y cuestionó que se dude de la palabra dada por el presidente Ibarra de que empezará en marzo. Será entonces cuando el ayuntamiento también acometa la urbanización.