No hay más que subirse a un autobús de la línea 1 y pasar por el barrio de La Esperanza para comprobar que la sensación general es de miedo por las pedradas que los vehículos han sufrido en la zona. La inquietud de los usuarios es que les pueda alcanzar alguna o el autobús sufra un accidente, por lo que piden más vigilancia policial para que cese el vandalismo que se repite desde hace un mes.

"Donde está el peligro es donde debe estar la vigilancia", advertía ayer un jubilado que coge muy a menudo la línea. Dos amas de casa se sumaban a él de forma unánime: "Tienen que poner más vigilancia porque por aquí no van los guardias, que se pongan con un coche y así los críos que lo hacen, o se lo pensarían antes de tirar piedras, o les podrían coger".

Es lo que más desean los usuarios, que confiesan tener miedo: "Es un peligro ponerse al lado de la ventana porque te pueden partir la cabeza", decía otro jubilado, mientras un tercero advertía: "Pueden provocar un accidente y herir a mucha gente".

Precisamente, Julián Sánchez, conductor de un autobús apedreado la semana pasada, contaba ayer que "a una señora no la dieron de milagro" y dijo estar también preocupado porque "cada vez que pasas por la zona vas pensando, me tirarán hoy, no me tirarán" e insistió en que "deben poner vigilancia porque nosotros no tenemos autoridad para hacer nada".