La piscina climatizada se ha quedado pequeña. Es la queja de muchos usuarios que han visto cómo se han quedado fuera de los cursos programados por el ayuntamiento o forman parte de las listas de espera que incluyen, sobre todo la de bebés, a mucha gente, además de protestar por la saturación de las calles en los horarios de nado libre.

El edil delegado, Enrique Tornero, negó ayer que la piscina esté saturada, a pesar de reconocer que ha aumentado la demanda de usuarios y que la lista de espera es larga, aunque dijo que sólo la de bebés y en este caso, lo atribuyó a que, por la seguridad de los pequeños, sólo puede haber un monitor por bebé.

De las ochenta personas que se quedaron en lista de espera para los cursos de iniciación y perfeccionamiento, afirmó que "la lista se va moviendo" y respecto a otros grupos que usan las instalaciones, como amas de casa u hogares de mayores, advirtió de que "no pueden apuntarse más porque sólo quieren ir en horarios determinados".

Precisamente, en su opinión no se trata de que la piscina se haya quedado pequeña sino de que los usuarios no adaptan sus horarios: "Las tardes están a tope, pero de una a cuatro de la tarde está casi vacía porque nadie quiere ir y a última hora de la noche pasa lo mismo".

LOS SABADOS, CERRADO Tanta es su convicción de que la piscina climatizada es suficiente para atender el volumen de usuarios que no contempla entre sus prioridades la construcción de la prometida piscina en el barrio de San Miguel.

Mientras tanto, el ayuntamiento ha decidido cerrar provisionalmente la instalación los sábados. El edil explicó que se trata de una medida provisional debida a la sequía: "Como no llueve, el agua llega turbia y la farmacéutica ha recomendado el cierre porque así el agua se va depurando y el lunes está en perfectas condiciones", explicó.