La asociación de vecinos del Valle-La Isla quiere que se instalen en la avenida los semáforos que el propio alcalde prometió para limitar el exceso de velocidad y de lo contrario están dispuestos a cortar al tráfico la carretera como medida de protesta. Después de tres meses de la instalación de las señales luminosas que el ayuntamiento optó por colocar en lugar de los semáforos, los vecinos han comprobado que "no sirven absolutamente para nada".

Los vecinos están hartos porque "llevamos más de diez años con este tema y la avenida sigue siendo una carretera muy insegura", según señaló ayer el presidente de la asociación, Francisco Barbancho. Es más, incidió en que "las señales no intimidan al conductor porque la mayoría van a 80 o 90 kilómetros por hora y hemos recibido quejas de personas que han estado a punto de ser atropelladas". Además, advirtió que los vehículos no respetan los pasos de peatones mientras que éstos se confían a la hora de cruzarlos.

Con todo, Barbancho recordó al alcalde que "no ha cumplido su compromiso" porque tras varios años de responsabilizar al Ministerio de Fomento de la instalación de los semáforos, finalmente llegó a un acuerdo para costear su colocación al tiempo que el ministerio rebajó los acerados. El concejal de Tráfico, Francisco Corisco, anunció después la instalación de ocho semáforos con una inversión de 30.000 euros, sin embargo, finalmente optó por las señales luminosas apelando a que la fianza de 9.000 euros solicitada por la Demarcación de Carreteras de Fomento era "una cantidad demasiado elevada".

Barbancho criticó ayer que "se han gastado el dinero en repartir señales por la ciudad" y anunció haber solicitado una entrevista al alcalde para aclarar el problema antes de la celebración de la asamblea vecinal en la que se decidirán las medidas de presión.

MAS PROMESAS INCUMPLIDAS

Por otro lado, denunció también la dejadez municipal en el entorno y las huertas de La Isla porque sigue habiendo animales pese a que en un primer momento se retiraron algunos "de manera folclórica" al ser trasladados uno a uno; no se han cerrado con vallas las huertas, pese a que Díaz se comprometió a instar a sus propietarios porque lo exige el PGOU y en los accesos proliferan la suciedad, las basuras y las ratas.

También criticó que no se ha llevado a cabo el prometido mirador de la plaza de la Cruz Dorada ni demolido el edificio que está en ruinas y el reabierto canal de La Isla se ha llenado con rollos. A todo esto añadió que los árboles de la avenida están descuidados y enfermos y hay muchos que se han roto y no se han repoblado.