Los vecinos de la avenida del Valle están indignados y hartos de esperar la instalación de los semáforos reguladores de velocidad, más aún después del atropello que sufrió un hombre el pasado jueves. Tras dos años y medio de espera sin resultado, el presidente de la asociación vecinal Valle-Isla, Francisco Barbancho, advirtió ayer de que están estudiando llevar a cabo medidas de presión para que finalmente sean una realidad.

Barbancho lamentó el último accidente y mostró su preocupación porque vuelvan a repetirse si ayuntamiento y Tráfico no se ponen de acuerdo. Es más, el presidente vecinal culpó a ambos de que aún no se hayan instalado los semáforos: "Es una falta de incumplimiento total y absoluta porque lo que hacen es pasarse un papel de uno a otro y la casa sin barrer". En su opinión, el ayuntamiento debería esmerarse más en buscar la solución porque, aunque reconoce que la avenida forma parte de una carretera nacional y por tanto los semáforos exceden su competencia, advirtió de que "la avenida ya está integrada en la ciudad y quienes circulan son los placentinos".

ATRAVESADA A DIARIO Con todo, el presidente vecinal se lamentó del largo tiempo de espera y lanzó un vaticinio: "Estoy seguro de que cuando haya un accidente mortal, al día siguiente estarán puestos los semáforos". Por eso insistió en la necesidad de instalarlos cuanto antes debido al elevado número de vehículos que circulan a diario por la avenida y a su velocidad, ya que los mismos vecinos han hecho comprobaciones: "Hemos seguido coches que circulaban a 70, 80 e incluso a 90 kilómetros por hora y los semáforos producirían un efecto disuasorio". Además, Barbancho advirtió de que con la llegada del verano son muchas las personas que cruzan la avenida para dirigirse al parque de La Isla.