ESTOS valerosos alumnos de la escuela taurina no fueron los únicos que disfrutaron ayer tarde de las vaquillas en la plaza de toros, cuyo tendido de sombra estaba repleto de público mientras otros más atrevidos se lanzaron al ruedo en el año en que ha vuelto la suelta de vaquillas a las fiestas del Pilar. Incluso la del aguardiente, la víspera de la fiesta para los más trasnochadores. El presidente vecinal, Juan Pablo Castiñeira, ha recuperado una tradición que convirtió a estas fiestas vecinales en la feria chica de Plasencia por su capacidad para atraer a gente de toda la ciudad. Como ayer tarde se vio en la plaza de toros con exhibición de la escuela taurina incluida con el apoyo del ayuntamiento.