A LAS QUEJAS por escasa iluminación del parque de La Isla se han unido esta semana las averías de varias farolas que tienen a oscuras buena parte del sendero que discurre junto al río. Los habituales insisten en denunciar que el recinto y los accesos se convierten en "una boca de lobo" en cuanto se va la luz del día y llaman la atención sobre el hecho de que estas averías son demasiado frecuentes.