Los residentes en la calle de los Vinos se han mostrado satisfechos con la resolución de cierre por un mes de los establecimientos Rúa 13 y Enigma, que empezará a contar el próximo viernes a las diez de la noche, aunque si bien han insistido en que con sus continuas denuncias por exceso de ruido no pretendían cerrar ningún local ni perjudicar a los empresarios, sino hacer que se cumpla la ley y tener su derecho al descanso.

Isabel Moro, encargada del hotel Turnat, uno de los establecimientos perjudicados por el ruido, confirmó ayer que esperaban una medida así: "Ya era hora, porque lo que pasaba aquí no es justo. Tiene que haber un respeto", aseveró. Asimismo, precisó que "nadie quiere que se precinte un establecimiento, pero lo que tampoco puedes consentir es que se salten la ley". Por este motivo, abogó por un "pacto" entre las partes, opinión que comparten los dueños de los bares clausurados, que tienen previsto reunirse y entregar luego las conclusiones alcanzadas al concejal de Seguridad Ciudadana, Blas Raimundo.