Hace tres meses que la asociación de vecinos de Vera-Elena se quejó ante el ayuntamiento de la mala calidad del agua potable y pidió la renovación de las tuberías. La propia empresa envió un informe a la Concejalía de Obras, que advertía de que la avenida de la Vera es uno de los puntos negros de la red debido a su antigüedad. A día de hoy, la situación es la misma, por lo que vecinos y empresa han vuelto a recordar al ayuntamiento la urgencia de la renovación.

Precisamente, ayer la empresa tuvo que abrir la calle para arreglar una boca de riego, un problema menor en comparación con la situación de las tuberías, por lo que aprovechó para insistir al ayuntamiento: "Si nos piden que abramos la calle y hay que cortar el tráfico por esto, lo lógico es que no esperen más para el cambio de tuberías".

Los vecinos recuerdan que el agua es un bien de primera necesidad y, sin embargo, hace tiempo que llega a las viviendas turbia. La propia empresa lo ha achacado al óxido de las redes, que aún son de hierro y tienen más de treinta años, por lo que las familias han tenido que recurrir a los filtros o deben dejar correr el agua durante un tiempo hasta que vuelve a salir clara.

POR EL PRESUPUESTO La compañía ya hizo llegar en febrero a la edil de Obras, Mónica García, una propuesta de renovación de las tuberías en la calle que, según sus cálculos, costaría unos 40.000 euros. La concejala aseguró entonces que el cambio de redes era una de sus prioridades y se mostró preocupada por la situación vecinal, pero explicó que antes de iniciar la obra debía contar con un presupuesto para saber cuánto dinero le supondrá al ayuntamiento.