Foco de toxicómanos que entran a pincharse, jóvenes a "fumarse porros" o indigentes. En esto se han convertido las casas en ruinas de la antigua colonia militar de La Inmaculada, según han denunciado unos alarmados vecinos que han pedido su derribo inmediato. Aunque las obras de la residencia de Alzheimer previstas en la zona comenzarán en breve, creen que las casas deben desaparecer de inmediato porque "la gente está asustada".

De hecho, consideran que sus ocupantes pueden ser los responsables de los tres incendios que se produjeron en el lugar durante el fin de semana. En este sentido, piden también que se limpie de pasto y matorral.

Pero para los vecinos la mayor causa de preocupación es el uso que se está haciendo de las casas en ruinas porque dicen que se ha convertido en habitual que acudan drogodependientes e indigentes. "El problema de esta zona lleva muchos años, pero ahora está peor que nunca", se queja Casildo Gil, dueño de una tienda de alimentación cercana a las casas en ruinas.

PREOCUPACION Otros vecinos han observado cómo acude un gran número de personas y hay mucho "vaivén de gente". Están asustados y cansados de esta situación e incluso temen que "los niños jueguen por allí y se claven los cristales".

Lo dicen porque justo al lado de las casas hay múltiples restos de botellas de vidrio, plásticos y latas, además de ropa y zapatillas que demuestran la presencia de okupas.

Pero además, se quejan de que las casas están rodeadas de gran cantidad de pasto con el consiguiente peligro de incendios, como los de este fin de semana.

También dicen que la suciedad de la zona ha provocado la aparición de ratas y la basura sigue aumentando día tras día y sobre todo los martes "porque algunos comerciantes del mercadillo dejan cajas y bolsas".

"Que por lo menos tiren las casas y así finalizarán todos los peligros que proporcionan", ruega una vecina. Lo cierto es que el ayuntamiento ha cedido el terreno a Caja Extremadura para la construcción de una residencia de alzheimer, obra que comenzará en septiembre. El centro acogerá a 120 enfermos pero también traerá la tranquilidad a los vecinos de la zona.