La veintena de expedientes de cierre abiertos a locales del centro, con uno ya cerrado y otros tres a la espera de que el gobierno tome una decisión definitiva --finalmente ha dado licencia a Rúa 13-- ha removido a vecinos y empresarios.

Los primeros consideran que esta defensa de la Concejalía de Interior que dirige Francisco Martín porque los establecimientos tengan en regla sus licencias de apertura no es sino una maniobra de distracción y avisan: "No van a callar a los vecinos, no vamos a bajar la guardia, entre otras cosas, porque seguimos despertándonos por las noches por culpa de los bares que se saltan el horario, que son los mismos de siempre y que no están en ninguna lista de futuros cierres a pesar de las denuncias".

Lo dicen desde la calle Cartas, donde a los vecinos les llama la atención que solo un local de la vía aparezca entre los expedientados. Un local que ya fue cerrado y que advierten que vuelve a estar en obras. Mientras, se quejan de que "el mismo pub que da problemas todas las semanas, no aparece en ninguna lista y es el mismo local que la noche antes al anuncio del concejal del cierre de establecimientos, estaba abierto a las cinco de la mañana y tuvo que ir la policía".

Por otro lado, consideran que en esta tanda de anunciados cierres van a pagar justos por pecadores y ponen el ejemplo de la pastelería Virgen del Puerto, en San Esteban, de la que no se conocen quejas hasta la fecha. El concejal no supo aclarar si los problemas con su licencia de apertura se deben a un cambio de titularidad entre miembros de la misma familia porque explicó que la tramitación de los expedientes la lleva la oficina de información al consumidor.

Precisamente, este caso de la pastelería es el que la Federación Empresarial Placentina no respalda, frente a su apoyo a la posición del gobierno en el sentido de que "entendemos que todo el que tenga una actividad tiene que competir en situación de igualdad y tiene que tener sus papeles en regla, es la ley", en palabras del secretario de la FEP, Paco Sánchez Guijo.

Sin embargo, aclara que, respecto a la pastelería "no debería haber problemas por un simple cambio de titularidad. Debe estar previsto para hacerse automáticamente, no nos parece normal tener que pedir una nueva licencia de apertura porque no hablamos del empresario sino del establecimiento, que ya tiene esa licencia".

La alcaldesa no aclaró ayer si se cerrará o no y solo dijo respecto a Gabana, Vidrieras 10 y la pastelería que "es muy probable que tengamos que ejecutar la orden de cierre de algunos".