Se ha convertido en un hecho cotidiano, pero no por ello menos escandaloso y más cuando el año pasado sólo un siete por ciento de todas las denuncias realizadas por la Policía Local se debían al escape libre de los ciclomotores que cada vez está más de moda entre los jóvenes motoristas. Mientras, el ruido que dejan a su paso por cualquier calle de la ciudad es ensordecedor y más en la avenida del Generalísimo, cuyos vecinos reclaman controles policiales para poner fin a esta contaminación acústica.

El concejal de Seguridad Ciudadana y Tráfico, Paco Corisco, no le ve tan fácil. Esta semana explicaba que, para empezar, la Policía Local no dispone de un medidor del ruido, pero que además habría que inmovilizar la motocicleta para hacer la medición en un cuarto cerrado. Así las cosas, el propio concejal no supo precisar si se siguen haciendo controles y los motoristas campan a sus anchas para desasosiego vecinal.

MOTIVOS DE DENUNCIA

Tal es el cansancio de un vecino de la avenida del Generalísimo, punto de encuentro de los placentinos más jóvenes, que reconocía esta semana que "ya me da igual que hagan controles sobre si llevan o no el casco porque son ellos mismos los que deciden jugársela en caso de accidente, pero esto otro es contaminación acústica y no debería permitirse trucar los tubos de escape molestando a todo quisqiu".

La memoria de la Policía Local del año pasado arrojaba que de los 5.829 vehículos que pasaron por sus controles, 793 fueron denunciados por uno u otro motivo. El 31 por ciento se debió a la falta del preceptivo casco; el nueve a la carencia de seguro; el siete por ir sin placas como también por el escape libre; el seis por conducir con más alcohol del permitido y un tres por ciento por exceso de velocidad.

En el caso de accidentes de ciclomotores, aunque se apreció una ligera disminución de 44 a 38, se saldaron con dos heridos más que el año anterior hasta 46. Lo que destacó con preocupación la memoria policial, que lo atribuyó al auge que han adquirido los ciclomotores homologados para dos plazas.

El último censo del 2001 indica que hay censados unos 3.000 ciclomotores. De entre sus conductores, ese año sufrieron un accidente 38 chicos y ocho chicas siendo la edad media de los heridos de 21 años en el caso de ellos y de 19 en el de ellas. La memoria del 2002 saldrá en breve.